jueves, 18 de febrero de 2016

Homeless: la invisibilidad me condena a la existencia.

El pasado jueves 12 de febrero, se asistió a una obra de teatro en horario de clase a la cual no se nos permitió entrar a la sala porque ya estaba abarrotada y se nos invitó amablemente a salir. Por una parte, queremos reclamar una mejor organización, pues nos hubiera gustado entrar y participar en esta actividad. En palabras textuales del representante de la obra que nos prohibió la entrada “no es culpa mía que todos los profesores decidan hoy mismo que sus alumnos acudan a la obra, pues se habría propuesto a la universidad que nos dejaran un espacio más grande”. Por otra parte, agradecer a nuestros compañeros que sí tuvieron la oportunidad de asistir y nos resumieron la obra para poder hacernos de una idea.

Por lo contado, creemos que la obra hizo una buena representación sobre la pobreza y las diferentes actitudes que tenemos frente a ella, actitudes que suelen ser de caridad, repulsión o invisibilización. Consideramos que es un problema de la sociedad que necesita de políticas, recursos y conductas para luchar con la erradicación de este problema social, pero sobretodo se necesita de una conciencia general para visibilizar el colectivo y participar en el cambio de su situación.

Como trabajadoras sociales podemos preguntarnos qué estamos haciendo mal desde la profesión y cómo podemos ayudar a que estas personas recuperen sus derechos y su dignidad de una forma eficaz, a la vez que nos anima a luchar para combatir las necesidades sociales. Por otro lado, como alumnas de Educación Social, podemos observar cómo el teatro puede ser una muy herramienta de acción social.


Saludos!

Mireia Calero, Angela Jané, Andrea Madramany y María Pilar Muñoz.

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